Grim Fandango: ¿la mejor aventura gráfica?

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Grim Fandango: ¿la mejor aventura gráfica? La aventura del estudio LucasArts por excelencia, un increíble videojuego de culto indiscutible; aunque un rey sin corona. Quizá te preguntas qué hace al autor de esta columna hablar de un juego de 1998, ¿no? Bueno, igual te lo voy a contar.

Era de esos juegos que me daba mucha curiosidad probar cuando era niño, pero por una u otra razón no lo hice —no tenía computadora, cof, cof—, sólo me limitaba a babear cuando lo veía reseñado en Cybernet, pensando: “algún día, algún día”.

Ese día llegó y me quiero dar el gusto de escribir al respecto, para que si no lo has probado, te animes; y para que si lo jugaste en su tiempo, actives el modo nostalgia y recuerdes este gran juego.

Hace algún tiempo pusieron la versión remasterizada en Game Pass, y hace no mucho por fin pude jugarlo y terminarlo, ya que cuando lo vi disponible me puse como señora en época de rebajas en tiendas departamentales.

Casi 23 años después conseguí el objetivo, y para nada me decepcionó. Me encontré con uno de los mejores juegos en su género, en un momento en el que las aventuras gráficas han tenido una buena aceptación entre la comunidad gamer —como ejemplo tenemos Life is Strange o Detroit: Become Human—; esto me lleva a lamentar que en su tiempo no haya sido un éxito en ventas, lo cual a su vez me lleva a pensar dos cosas opuestas: que Grim Fandango surgió en la época equivocada, y que, por otro lado, quizá de no haber surgido en ese tiempo, no habría sido la obra maestra que definitivamente es. Misterios de la vida…

 

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Hablemos un poco de él y por qué es un must si te haces llamar gamer, y no esos que creen ser gamers sólo por jugar Warzone, PUBG, Free Fire o Fortnite, nah, hablo de los reales. El plot va de la travesía de Manny Calavera, un amargado aunque involuntariamente simpático antihéroe, que trabaja como agente de viajes en el más allá, vendiendo paquetes hacia el descanso eterno, los cuales dependiendo de qué tan buena fue la persona en vida, pueden ser desde VIP, otorgados con el codiciado boleto número 9, brindando un cómodo viaje de cuatro minutos en tren hacia el noveno inframundo; hasta una larga y cansada jornada de cuatro años con destino al mismo lugar.

Manny es una especie de “godínez” muerto que odia su trabajo porque no lo tratan bien —¿te suena? Sí, a mí también—, así pasa sus días hasta que gracias a un incidente con una de sus clientes, la cautivadora Merche, de la cual cae perdidamente enamorado, descubre que la empresa para la cual trabaja está inmiscuida en asuntos de corrupción, pues Merche a pesar de ser merecedora de un boleto número 9, dicha empresa se lo niega por el simple hecho de ser cliente de Manny, y es entonces enviada a pie por el sombrío mundo de la muerte, eso causa que nuestro personaje investigue y descubra que todo este tiempo su jefe y uno de sus compañeros de trabajo (al cual aborrece) le han estado robando los boletos número 9 a los muertos que le han sido asignados a él.

Así comienza la aventura, con el señor Calavera buscando a su querida Merche por la tierra de los muertos, e indirectamente luchando contra los corruptos de la empresa para la que labora, encontrándose en el camino a otros personajes que lo ayudarán (o no).

La premisa de por sí es atractiva, pero ¿qué más hace de este juego una delicia? Comencemos por el estilo y que Tim Schafer (el creador de Grim Fandango) se inspiró nada más y nada menos que en el mexicanísimo Día de Muertos y la obra del ilustrador hidrocálido José Guadalupe Posada, para la estética de los personajes y muchos de los elementos, como las flores, adornos y hasta una enorme piñata que vemos en uno de los escenarios.

Están también las influencias de la mitología mexica y el Mictlán, con el viaje de 4 años atravesando 9 dimensiones o inframundos. Luego están las referencias al llamado “cine noir”, cintas de los años 40 o 50 que presentan situaciones arquetípicas bien marcadas, como criminales con clase y elegancia que se fuman un puro y gustan de apostar o decir frases cliché para dejar en claro que son los chicos malos de la historia; concretamente los pastiches aquí vienen de un film en particular: la célebre Casablanca; es inevitable notar los guiños a esta cinta, desde el “Calavera Café”, homenajeando al “Rick’s Café Américain”, hasta el estilo de Manny, inspirado en Rick Blaine, el protagonista de la mencionada película.

Para terminar, otro motivo que hace a Grim Fandango una exquisitez, por supuesto son sus puzzles, pues algunos harán que verdaderamente te quiebres la cabeza al pensar cómo los vas a resolver; esto puede ser tanto molesto para algunos, como puede ser una maravilla para otros, en lo personal soy de este segundo grupo.

 

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¿Tiene sus fallos? Por supuesto, ¿qué juego no los tiene? Quizá la enorme dificultad en algunos acertijos, la interacción con el inventario, a veces los controles, pero nada de eso opaca ni mínimamente lo que es este juego: una maravilla.

Por suerte ya ha llegado a un público más masivo. Si bien la versión remasterizada fue lanzada en 2015, ahora esta pieza se beneficia del gran trabajo de marketing que siempre tiene Xbox con su servicio de Game Pass, pero no es la única plataforma en la que lo puedes disfrutar, está en Steam, está para PlayStation 4 y 5, el punto es que no te lo pierdas, de verdad que si lo pruebas no te vas a arrepentir.

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